El Cuadro más Copiado
Una tarde, durante el año 1986, me encontraba con mis hijos paseando y jugando en lo que llamábamos ‘El parque de los patos’, hoy día Parque de Pedro Luis Alonso, junto a la Coracha. Esta se encontraba parcialmente en ruinas, aunque en la parte inferior aún seguía viviendo gente, que se resistían a dejar sus casas.
Tras un buen rato de juegos, fuimos a calmar nuestra sed en la fuente que había subiendo las escaleras, y mientras esperaba a que ellos terminaran de beber, me percaté de la maravillosa vista que aparecía frente a mí. Nunca me había fijado en esa imagen porque anteriormente no podía verse porque una casa la ocultaba. Pero en ese momento, sin obstáculo alguno, pude apreciar la belleza de la estampa, por lo que no dudé en plasmar esa maravillosa vista en un lienzo.
Con mi modesta cámara de fotos comencé a captar imágenes y, aunque no logré en ese momento la vista entera, me las ingenié para conseguir una panorámica general uniendo tres fotografías.
Al día siguiente volví con mi bloc, me puse manos a la obra y pergeñé un boceto. Entre las fotografías y el esquema pude llevar a cabo la obra. Digo esto porque este cuadro, cuando lo hice, pasó inadvertido y jamás tuvo gran acogida entre los aficionados malagueños a la pintura. Sin embargo, años después y aún hoy día, he podido comprobar cómo de ese cuadro han aparecido numerosas copias, tanto en pintura como en grabados, ilustraciones, fotocopias, serigrafías, ¡y hasta azulejos!
Lo peor de todo esto es que estas copias pasan como si fueran originales y no copias de mi obra. No he visto en ningún sitio que la reproducción indique “copia de obra del pintor Leonardo Fernández”. Este cuadro lo adquirió en su día Antonio Cárdenas, propietario de la panadería/confitería La Canasta, y está catalogado en el libro ‘Colección de Pintores’, que publicó en mayo de 1991 la Galería de Arte Benedito de Málaga.
El cuadro original mide 92×65 cm., y las modelos que aparecen en él en la parte derecha son mi mujer y mi hija cosiendo, al igual que la que está bajando por la Coracha también es mi hija. Y el borrico que aparece es de una fotografía que hice por el Camino Nuevo, con la diferencia de que éste llevaba en los penachos arena y yo le puse pan. La mujer que sostiene a un niño en brazos también es mi mujer, y el niño era el hijo de una vecina.
Probablemente, si este cuadro lo hubiera realizado un autor mundialmente conocido, como Picasso, sí que hubieran puesto “copia de….”, pero cuando es obra de un pintor no tan conocido, es muy fácil que cualquiera se la atribuya con total impunidad.
Será el afán que todos tenemos por ser creativos. ¡Qué le vamos a hacer!
Leonardo Fernández Gónzalez
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