El pasado Viernes 1 De Febrero, se inauguró la nueva exposición de Leonardo Fernández, en la sala Mingorance del Archivo Municipal. Esta exposición fue inaugurada por la concejala de Cultura del Ayuntamiento de Málaga Gemma Del Corral y presentada por el profesor de Historia del Arte de la Universidad De Málaga Francisco José Rodríguez Marín.

A continuación os dejamos la nota de prensa de dicho acto y algunas fotografías.

 

Área de Cultura LAS SALAS MINGORANCE DEL ARCHIVO MUNICIPAL OFRECEN UNA EXPOSICIÓN ANTOLÓGICA DE LEONARDO FERNÁNDEZ

La muestra titulada Realidad y sentimiento en el arte puede visitarse hasta el 31 de marzo

 

1/2/2019.- Una treintena de obras del pintor hiperrealista malagueño Leonardo Fernández puede visitarse desde hoy en las salas Mingorance del Archivo Municipal. La concejala de Cultura, Gemma del Corral, acompañada del propio pintor ha presentado este mediodía la exposición antológica dedicada a este artista titulada ‘Realidad y sentimiento en el arte’. Este pintor, tan vinculado al mundo cofrade, muestra en estas dos salas obras de paisajes, personajes o bodegones. En esta exposición, que puede visitarse hasta el 31 de marzo, no figura ninguna pieza de contenido religioso, aun cuando Leonardo Fernández tiene una prolífica obra en este género, muchas de ellas plasmadas en estandartes de las cofradías de Semana Santa. Puede visitarse de lunes a viernes de 10.00 a 13.00 y de 17.00 a 20 horas. Sábados, domingos y festivos de 10.00 a 13.00 horas. José Morales García, en la introducción del catálogo, señala que Leonardo Fernández “es el continuador del lenguaje pictórico de la Escuela Malagueña del XIX. Es el hilo conductor, hasta el extremo donde termina, y si me apuran, nos lleva a Martínez de la Vega, Moreno Carbonero, Denis Belgrano, Blanco Coris o Ferrándiz. Y entonces… Entonces, ante la obra de Leonardo, sabemos que el color y la luz de Málaga…” Por su parte, el profesor de la Universidad de Málaga Francisco José Rodríguez Marín, se refiere al costumbrismo del autor, a los personajes, los bodegones, la luz y el agua como elementos característicos en su obra: “La cacharrería, mantones bordados, teteras, juguetes… configuran un conjunto armónicamente insertado en paisajes reconocibles y escenas costumbristas que nos remiten a un pasado cercano con resonancias arcádicas, en el que dioses mitológicos se reencarnan en rostros de una contundente cotidianidad. No hay preocupaciones ni problemas en unas composiciones ideadas para transmitir sosiego, placidez y alegría de vivir,…Quizás por esto son frecuentemente niños los que comen, juegan o manipulan…Por esto son frecuentes las duplicidades de motivos, el cuadro dentro del cuadro, como si fuesen muchas las cosas que han de contarse a un espectador que quisiera dejar de serlo para transformarse en feliz habitante…Nada de esto sería posible sin una luz brillante, iluminante, intensa y tangencial que, por un lado, da paso a un colorido rico, alegre y vistoso, y por otro, modela y dota de corporeidad a frutas y proyecta sombras de objetos contribuyendo a dotar al espacio de credibilidad. Mención especial requiere el agua, elemento cuasi 2 perenne en sensoriales composiciones…” El mismo aspecto de la luz también lo observa el crítico Pedro J. Ortega al señalar: “Otra cosa que nunca deja de sorprendernos es el tratamiento de la luz, el reflejo que consigue en los más variados objetos, y sobre todo sus maravillosos efectos sobre el agua. Cuando en un lienzo aparece una fuente o un grifo abierto, hemos visto que el asombrado espectador quiere tocar, además de ver para intentar re-mojarse en ese chorro limpio”. J. Llop S. lo califica como “dibujante excepcional, mimando todas y cada una de las pinceladas, recreándose en los juegos de suaves luces y sombras, conocedor profundo del color, de la técnica… Andaluz de raíces profundas, Leonardo Fernández nos descubre con su pintura la belleza que encierra lo cotidiano e íntimo, sabiendo convertirlo en universal”. El presidente de honor de la Asociación de la Prensa de Málaga, Andrés García Maldonado, pone de relieve la faceta humana del pintor: “Leonardo, cuya trayectoria es toda una lección de lo que es ser artista en el inequívoco sentido del noble ejercicio de este elevado “oficio”, ha dejado bien claro que ante todo hay que ser persona y que desde esta cualidad es como, superándose etapas, el artista se hace definitivamente y se consolida, poniendo de manifiesto en cada nueva obra la realidad inagotable del arte, este hecho de partir de la nada y llevarnos hasta expresiones maravillosas por artísticas y comunicadoras de belleza y sentimiento”.